martes, 28 de junio de 2011

Sociobarco

Casi todos los esquifes embarrancaban,
mientras los grandes yates balanceaban en el azul.

No es cuestión de clase,
es de lo bien que balancean
los grandes esquifes.


Bellas mujeres hacían titilar sus copas
de champán.

Inútil a mi mismo me decía.
Y era verdad.

Pretendía crear un poema con este asunto,
y la tarde me hizo regresar a la casa.

Desde luego, es verdad la mentira que es verdad,
la impotencia del bello azul.

jueves, 23 de junio de 2011

Un viaje en tren

Cuando veo acercarse al tren que llevará a mis hijos
a lugares insospechados y normales,
comienzo a derramar lágrimas inútiles.

Soy un cateto con corazón, sin fuerza ya,
sin sensaciones...
No se puede percibir lo profundo.

Antiguamente traqueteaban
fuera de la estación,
iluminaban los serios faroles del andén
ruinosas vías sin sentido
que se escondían entre los trozos de hierba seca.

La luz mortecina del vagón-guía no era una ilusión en la noche,
era casi una muerte de nada,
una pequeña fantasía a oscuras
con un tipo serio en la cantina que ofrecía un trapo sucio
y mucho refresco de alma.

Decía: "Refresco el mar, refresco la noche,
saludo a la soledad de la valija,
y aprieto los dientes cuando ebrio
descubro al que se marcha..."

Ahora, todo pasa tan deprisa como una brizna,
no hay luces, todo son formas redondas en los viajeros
y maletas que se sitúan unas junto a otras,
apenas hay la intimidad de antes.

Y cojos, o fuertemente sujetos a unas alas,
sonreímos entre los cristales binoculares
que reflejan un paisaje que no es de fantasía, es real.

No hay paisajes oscuros en este viaje: era una mentira.
Pero sí mucho molino y un cierto brebaje pagado
por los viajeros que miran al frente de sus caras
y escogen unos pequeños hilos que no son de seda,
mas magnifican el sonido que dentro es ausente.

Últimamente, sueño con trenes recios
que me hacen adivinar
unas grandes alas que desprecian al suelo,
al cielo...

Otra cura críptica de humildad

Nada es nada si no se combina con viejas historias ,
si se entorpece el caminar por deseos incorruptibles
o se intenta explicar el desarrollo de lo intrincado
por simple.

A veces, la métrica-tremendo oponente de la misma-
me ha enseñado el ritmo, la cesura, la mesura impía
que destrona a corazones amenazados por lo sutil
y aleja a las vocales del diptongo inútil en el sonido.

Desprecio a las imágenes y a los sentimientos de mi copa;
admiro el sabor, el olor de lo que desprenden sin solicitud
las torvos deseos de lo que es inescrutable ,
de lo que asoma apenas.

martes, 21 de junio de 2011

El capitalismo

La estela de la mar mataba en el horizonte
a un tipo de ojos cerrados que era un chino
fatuo que vendía metacrilato por acero.

Todo lo guardaba en el cajón, en el hueco
de las cuestiones inútiles, de los nuevos relojes
de colores en los que piaban pájaros estentóreos.