miércoles, 27 de febrero de 2013

El Día de Andalucía


Para conmemorar el día de Andalucía he escrito este poema con la intención de exaltar mi comunidad...¡ La gran y bella Andalucía!

Iba, yo, a visitarte


Iba, yo, a visitarte
Córdoba, allí me paré:
que bella, eras Mezquita
... de noche me enamoré.

Iba, yo, a visitarte
tallo hermoso es aquel
que se uniera mi sol 
... de noche me enamoré.

Iba, yo, a visitarte
de oro arenas me encontré
unidas aguas cristalinas
... de noche me enamoré.

Iba, yo, a visitarte
sabiduría Granada es
cada león del señor
... de noche me enamoré

viernes, 22 de febrero de 2013

Añoranza

¿ Aún queréis saber cómo se ama a lo lejano,
lo que insistentemente se aproxima a la acera?
¿Queréis conocer el amor sincero, la débil fluctuación
sobre las piernas débiles y secas del insecto-palo?

Vosotros deseáis amores imposibles,
porque sois jóvenes y carteros certeros
que abandonáis  la entrega de la carta
que no llegarán nunca jamás, porque no es necesario
amar ...

Aún no sabéis que todo es cuestión de oirla,
de olerla, de dejarla sola en la calle mas inhóspita
y soñar que se establece en sus bellos ojos una distancia,
un cierto desprecio por lo que es tan viejo, ya casi inútil.

viernes, 8 de febrero de 2013

Manifestantes y policías

A mis alumnos les digo que no se amedrenten
ante la soberbia y la rapidez de gestos bárbaros
de los policías y de aquellos que se tapan el rostro.

A los dos se los han inventado seres bigotudos,
trajeados y enorgullecidos por la soberbia
del que arrastra miseria en los zapatos más catetos.

Ellos han llegado a lo que creen el cenit rojo,
y el cenit es azul como el alma de las costuras,
por eso no debéis de tener miedo al futuro.

Mis alumnos deben soñar y levantarse fuertes
en la calle y ser rebeldes ante el poder
y admirables frente a los incapacitados..

Mis alumnos deben escuchar mucha música
de distintos pareceres, sones y ritmos
y comentarles al amigo la sensación recibida.

Así, mis alumnos adorarán a dioses antiguos,
 no a los policías ni a los ladrones de guante blanco
que asemejan malos profetas de consola visitada.

Mis alumnos han de ser livianos fantasmas
que aparecen de incógnito entre los pasillos
de un huerto que no tiene plantas que regar.