sábado, 24 de mayo de 2014

Hoy he puesto la mejor música
para que no te marches por ahí
a descubrir mundos abiertos
que cierran mi corazón, mi alma.

Te he puesto las mejores canciones,
los mejores hitos de mi palabra
para que aquí permanezcas tranquila
y las quejas no abrumen a tu oído.

Sin embargo, tu has tomado el barco
y mis gritos en la dársena eran gestos
de la boca que asemejaban una queja
incomprendida por tu dulce obstinación.

Y tu fortaleza me deja junto a los norays
ya roídos por el viento y la sal amarga
de las despedidas laterales de los visitantes
del puerto que ya han muerto lejos, muy lejos.

Sólo el viento del norte agudo y sincero
me hará recuperar, en invierno, este vacío
que me aleja de lo mundano y soberbio,
que me hace, otra vez, un ser andante y serio.

Es la primera vez,quizá la última, que dejes
a mi corazón pensando en cuestiones banales;
o quizá ya no vuelva a verte azul, espléndida
subida en el barco de la dureza y la desidia.

Incluso así te quiero, lejana, distante y sobria,
porque es así como endureceré esta piel
que ya está vieja de amar y no solicitar
aquello que corresponde a las olas más bravas.

Y ya termino esta singladura amarga, alegre y triste;
alegre por irte, triste por tenerte a mi lado,
al lado del cabecero que me suplica ayuda,
ayuda para encontrarte en esta cama tan vacía.

viernes, 16 de mayo de 2014

La hoguera

Imaginad, otra vez en silencio, a la tormenta
que os ha hecho daño, os ha traído las satisfacciones
que, optimistas, esperabais junto al fuego,
en otra tarde llena de viejos homenajes.

Y, después, solitarios, entonar aleluyas
y bravatas llenas de rencorosas amenazas
que anuncian hogueras sin fuego, amores sin alma
y fragmentos de piel abandonados en los dedos del amante.