jueves, 14 de agosto de 2008

Eres

Llevo tiempo con este poema, intentando escribirlo, como una partitura que eres incapaz de acabar aunque las notas resuenen en tu cabeza, las palabras alambre, frágiles y dóciles que ululan incesantes sin acabar de adquirir forma, palabras castillo que se alzan y desmoronan, palabras torre que te vigilan en la noche, palabras armadura que no quieren salir, palabras caballo que hoy cabalgan por esta página.
Este poema es para el centinela de las cosas sencillas.

Eres
la última palabra limpia y clara
fruto cifrado como un poema
la herida que ya se ha dormido
Eres
volver a una habitación de la niñez
mirar a través del espejo- estanque plateado-
y ver más allá de todas las cosas
Eres
silencio, estrella callada
como un haz de luz en la noche.
Eres
el guerrero secreto
que atraviesa mi provincia.
Eres
la verdad que encierra un verso
página vacía para mi lápiz eterno.
Eres
el color que se hunde entre las sábanas
la mano que alisa mis labios impacientes.
Eres
el único idioma
que mis manos transcriben
Eres
mi última palabra,
límpia y clara, eso eres

Carreras

En el justo instante en el que el carguero
surcaba la línea del horizonte de Doñana,
caballos de dueños ágiles
ignoraban las apuestas de los chiquillos,
inutilizaban la tarde...

Luego, llegaba el fin del verano, en Bonanza,
y gente rugosa ,
sin el artificio del circo
volteaba al oso que hacía aspavientos
cuando comenzaba el runrún de los barcos.

lunes, 11 de agosto de 2008

EL VIEJO ESPIGÓN (Sanlúcar de Barrameda)

Durante dos horas en el viejo espigón
estuve observando a un marinero rugoso
disparando su flecha al mar.

Había veces en que aparecían sirenas mayores,
otras veces, antiguos peces,con ojos retorcidos,
suspiraban clemencia:
casi todos ellos eran jóvenes
que se servían de los despojos del mar...

El viejo tomó su camino de regreso
con su cara enrojecida y su pulpera,
haciendo inútiles esfuerzos al infierno,
invocando a los dulces vientos de poniente,
imaginándose un mundo sin aires contrarios,

a un solidario Neptuno, también viejo,
que le haga recordar sus pasos de la infancia
el odio y el amor que las olas olvidaron.

domingo, 10 de agosto de 2008

IMAGINARIUM

IMAGINARIUM

Ocurre que a veces uno
se despierta en un sueño de amor o de pena,
al despertar ha dejado una deuda por pagar,
lleva días sin tomar caldo, nada caliente, nada sólido, nada.
Es por la mañana, la calle hierve en gente
que te devuelve al filo del cuchillo,
todavía no te has llevado nada a la boca:
la leche, las pastillas o el petróleo.
Ocurre que despiertas con una deuda,
sin saber por qué los sentimientos
fluyen en el vértigo de la inquietud,
y piensas que tal vez si se parezca al amor.
Enloquecido, buscas la salvación de la víctima
sobre campos de exterminio.
Sólo cuerpos mutilados con el estómago vacío. Y un nudo.
No quieres esa vida para tus hijos.
Ocurre que si no has despertado
todavía, te quede una oportunidad
o te derritas entre humo y sueños.

Este poema pertenece al libro" el humo que gotea", en este libro pretendía hablar de las cosa que nos producen pena, una situación fuera de control, o los sueños que te dejan mal sabor de boca ; la idea surgió de un poema de Derek Walcott ( premio nobel en 1992) de su libro "La abundancia", en el que describe un retrato de personas que van hacia el trabajo en una fábrica gris; sus calles, la niebla y el humo que impide que amanezca. Entonces pensé que había mucha tristeza en esa descripción, el humo goteando, ahogando.
Esta es una imagen descriptiva y precisa en el poema y pensé que de alguna forma describía el sentimiento

viernes, 8 de agosto de 2008

Ya sabemos

Ya sabemos que arrastrar los pies en la arena
deshace los callos y las durezas del alma
hasta que te encuentras a un viejo sucio
sin candil
vendiendo gaseosas y ánimo a los vecinos
del bloque.

Evidentemente sostienes la sobriedad
de una playa familiar
que, por la mañana, soporta el grito
de ese viajero que no acabó la noche
y que pronto marchará a su lugar.

A veces, luminosas señoritas me hacen
sentir miedo de la envidia de mí mismo
del hortera de este año

Y con los ojos inabarcables y rojos
recorro el mismo paseo marítimo
que me ha hecho soñar
con las mismas noches de la infancia.
En estos días,

y en este sol de la ausencia

el color azul del cielo es amargo

lunes, 4 de agosto de 2008

Mecanografía de messenger

Siempre había enaltecido el rango de las teclas,
los míseros derrumbes del amor
con sucia tinta reflejado...

Saltar de una letra a otra era una osadía
que, con el tiempo, sucumbía al suave roce
de los dedos;

incluso la antipatía era difícil de escribir,
el sueño más imposible, por codicia;
y los brotes de pasión no dejaban al punto
sin descanso.

No sé si los indescifrables apócopes del asunto
me han hecho viejo,
si el contenido de la frase es el mismo
o si, en esta ocasión,
debemos dejar dormir
a las yemas de los dedos que no expresan
tan raudamente las íntimas líneas del olvido.