( A mi mujer)
¿ Y si pienso  acercarme a lo que  huye,
  o rescatar una simple desidia desatada
que olvidé hace tiempo en las alforjas?
Si no escapara la luz tan de repente,
acatara yo tu orden sin rechazo,
no tendría negativa a tu demanda.
Acercaría yo mi rostro impunemente,
dispuesto a recibir directamente el castigo
que merezco hace ya tiempo.
Te dejé, bien es verdad, siempre muy a solas
royendo en tus entrañas viejas quejas
que, ahora, sólo intento olvidar sin penitencia.
Te dejé, bien es verdad , en muchas horas
que deseo  recuperar sin mucho aprieto,
esperando que olvides sin rencor
mis continuos y añejos desaciertos.
es muy tierno, a veces son las cosas más sencillas las que mejor se hablan en verso ( tradicional o vanguardista o único, como es el tuyo)
ResponderEliminarun saludo
Isabel
Gracias Isabel. Bienvenida de nuevo al blog, si algún día te fuiste.
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