Porque una pompa de jabón es volátil
y se deshace en las manos de un inconsecuente,
he creído en su permanencia.
Todo parece aire, inútil bolsa
que conserva lo que parece que sobra
y luego es cálido y desesperante.
Así deben ser los lugares vacíos: nada.
Tus labios son rojos, inmensamente rojos
escarlata.
Y hoy me han parecido que eran aún más rojos,
más atractivos en su dulzura.
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