jueves, 10 de abril de 2014

Con los esquíes

Con la nieve crujiendo a mi paso
y un viento helado azotándome la espalda
era imposible y atrevido atajar a la presa
que sonreía en la ladera con fruición.
Era un conejo insulso vestido de blanco.

Me perseguía un tipo de verdes colores.
Dije: un insecto verde, ojos negros ,
vientre prominente y mirada perdida,
seguro de alcanzarme e ignorarme.

Sentí miedo y, en vértice, situé mis piernas
cada vez más débiles e indolentes
porque no era un sueño, era la nieve en polvo
la que me sujetaba al suelo, al cielo.

De pronto, me vi liberado por unas gafas verdes,
enormes, que anunciaban mi ruina consentida,
mi torpeza para manejar los esquíes de la vida
que, arriesgada, se había permitido el deseo blanco.

Vi, a la vuelta, un pico muy alto sobrepasando las nubes,
mostrando su prepotencia a mis espaldas,
una vez que había huido de allí sobrecogido,
instruido fatalmente otra vez por la nieve negra.

domingo, 16 de marzo de 2014

Historias inútiles (Dedicado a M.A.C)


Si esperas del genio historias inútiles, difíciles caminos
en los que jadear de manera continua e imprecisa,
acabarás siendo impotente,serio y justamente desechable
por impotente, por osado y medio justo en la vocación.

Si continúas incierto, el camino se hará oblicuo y áspero
como los atardeceres grises, como un sorbo seco
al que no corresponden los soberbios ni los humildes
porque ignoran tu ser, tus entrañas y tu alma.

domingo, 9 de febrero de 2014

Poesía de la experiencia...ja,ja,ja

Nuestro calendario se ha desprendido hoy  de los azulejos
y está todo húmedo. insoportable porque los días  indican
que en alguna ocasión  la mujer será reina inconclusa de los días
que, los demás, imaginamos como realmente insuperables.

Y, junto a la  bomba de calor, secas imágenes y un calendario,
el mismo que se ha desprendido con la humedad del él mismo;
el mismo que nos arrolla con sus enormes números eternos,
el que nos deja haciendo aspavientos al lado de la marmita.

Es el momento de empezar a soñar con cocidos interminables
y ensaladas llenas de asuntos extraños que suenan a cangrejo
rojo, que es el mejor del mundo, y lo desechable por pescadores
que han sufrido marejada o marea baja, que es lo mismo.

Y,ella, después de soportar la caída del calendario,
me dice que eso es así y que nunca nadie atrevióse
a tanta dejadez, a tanta ignominia casera escondida
detrás de  intención tan depravada, tan incolora.

Fue así como terminamos aquel día de lluvia
llenando los baldes por si un día faltaba el amor,
o, quizá, ese agua que tan limpia  hace desaparecer
a las viejas historias caseras que ya no humedecen al alma.



viernes, 31 de enero de 2014

Más allá del oriente

Si, más allá del oriente, se sueña con huríes,
 hombres bárbaros y  eternas sirenas,
habría que plantearse un tema serio,
una indefectible manera de soñar con el tiempo.

Habría que hacer una floritura de alfombra
o, simplemente, dejar escoger el bigote
rudo y serio de los hombres sin cortejo
que amenazan con la desidia en los mercados.

Pero, cuando el cuerpo se asombra
y asemeja historias íntimas, ideas
o quizá imaginaciones llenas de soberbia,
el occidental se vuelve cobarde y enjuto.

Entonces,¿para qué las preguntas inverosímiles
y los acuerdos mutuos, sociales y ciertos,
si el ángel de la verdad mucho tiempo hace
que repitió las misma historia, el mismo sentir?

Ahora ha llegado el instante de mostrar un ala
y dejar volar a la imaginación más allá del oriente,
sentir una pausa con sonido, una idea con cabeza,
y escuchar otras lenguas, otros lugares más cercanos.




miércoles, 15 de enero de 2014

Un naufragio de ingenuos


O quizá de otra forma, ya hubiésemos hundido
a los barcos más viejos,
o hubiésemos oído a la voz de mesana
 jadeante y muy húmeda
requiriendo un sinfín de advertencias de miedo.

Como el casco crujía desgajando sus tablas
los suspiros, apenas,  ya se oían por la borda
y en sus zonas más fuertes se escuchaba el quejido
de los nautas bisoños.

Se adentraron osados en la piel de Neptuno,
presumiendo en la ruta de saberes antiguos,
marineros ingenuos de una tierra muy seca
que ofrecióles apenas unas pocas semillas .

Audaces en celo acortaron esa ruta
por las olas más amplias,
las que herían el costado de la débil barcaza
que sirvió hace tiempo de residuo olvidado.

Tiritaban ahora en la noche secreta,
sin estrellas ni luces que confíen en la suerte
de encontrar salvamento en un alga cualquiera
que soporte el peso de los miembros cansados.

Ya sin aire y orondos flotan leves y etéreos
por encima del agua ,
los que antes sabían mucho más de la mar
yacen lejos ahora del rumor de las olas
ignorando la suerte de los hombres de adentro.

domingo, 12 de enero de 2014

Un sábado por la tarde

Ahora que los hombres duermen
es el momento de amar sin compasión;
es el momento de dejar de lado a los buitres,
el momento de adorar las cinturas anchas.

Respetuosos, los hombres vociferan
entre otros que gritan más y sueñan...


lunes, 30 de diciembre de 2013

Mi niñez

Ahora me mandan botellas, en Navidad,
y me he vuelto abstemio de almas
y de encuentros fugaces en la calle,
la misma que está adornada inútilmente.

Pero...mis pasos no se esconden serios
detrás de las luces fugaces y opacas
que asemejan a estrellas que adolecen
de pan en estos días de tanta necesidad.

He nacido en la calle oscura del violín
donde las zanjas profundas del Niño
eran injurias para los dedos fríos
que vestían alpargatas de trapo y seda.

El frío, a veces, era inútil, frugal y áspero
para aquellos pocos torsos desnudos
lampiños y deseosos de proyectarse
en la puerca vida que nos desechaba.

Soñaba por entonces en viejas brujas
que eran solo ropa vieja y barro
reconvertido en osos húngaros
y anaqueles vacíos de agua y azúcar.

Y las sopaipas que hacía mi madre
en la nieve, enseñando los condimentos
sin engaño, eran realidades ciertas,
nos hacían vivir en los sueños de los ricos.

Pero, nos ajustábamos al silencio de las piedras
y al sonido de la BH roja y casi femenina
que nos hizo pedalear sin fuerza en la tierra
que era la Luna americana difuminada.

Al final, terminamos como todos ....
pistolas y escudos romanos fuertes
de los que sospechábamos algo muy grave
que ahora es una inmisericorde realidad.