viernes, 22 de enero de 2010

El comienzo de la madurez

Ahora en la madurez casi nada tiene sentido,
sientes un ligero susurro como un grito,
desgustas una vianda de forma cansina.

Y lo mejor de todo es que es verdad.
La solución es la madurez
en el silencio.


Pero, la madurez tiene un precio;
no hay nada que ya puedas hacer,
ni nada que te dé una oportunidad.

Ciertamente no puedes decir en serio
casi nada.
Tampoco queda nada de ese amor.
No puedes hacer piruetas en el alma,
porque se ha vuelto insensible
ante los deseos.

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