viernes, 18 de diciembre de 2009

LOCALISMO

Después de dejar al alma viajar sola

he visto que paseaba solo bajo la lluvia.

Y me dije ¿ se puede ser tan romántico

sin el roce de tu piel?



Hoy he perdido el equilibrio

y la balanza cayó de tu lado.



Tan infantil... no podía ser nunca de otra

manera.



Y desparramo el poema hacia los ángeles

viciosos;



ellos me hacen sonreir sin compasión,

me descubren solo aquí bajo la lluvia:

junto a ese que no sé quien es,

al que alumbro una imagen

divertida e inadvertida.



Hoy he perdido la balanza de medir,

el ajuste del que dice que sí,

el que ama al séptimo...



Mis ojos, con lógica, se han vuelto rojos,

de melocotón,

de hombre-miel apenas agrio,

y han soñado con tus noches bajo la nieve.

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