lunes, 1 de diciembre de 2008

MEDIO SONETO

Voy a debutar modestamente con un soneto a pachas con mi amigo Óscar (profe de música de este centro que tuvo la ocurrencia de marcharse a Madrid hace unos años). Con él comparto, entre otras cosas, el gusto por el vino y por las palabras. También fuimos papás de sendas niñas casi al tiempo y es por ello que nuestros primeros versos compartidos fueron para ellas.
La cosa internáutica permite que los ripios vuelen sobre Despeñaperros en los dos sentidos y a toda leche, de modo el proceso es fácil y no necesita sello: él manda el primero, yo le envío el segundo, él continúa con el tercero y así hasta catorce.
Esto fue lo que salió:

Yolanda y Julia salen de paseo,
abril rompe azahares: Judería,
el tiempo por mirarlas pararía,
ojos de luces, patio de recreo.

Sus risas se deslizan en trineo
sobre una nube azul de Morería.
Definen con sus juegos la alegría
que sube al cielo en grácil aleteo.

No crezcáis tan deprisa, trepadoras,
sed tardo olivo en pródigo secano,
siempre niñas a orillas de las horas

que aroman callejuelas en verano.
Descolgad sin pincharos luna y moras
que a veros sale el sol, al altozano.



2 comentarios:

BIBLIORIOS dijo...

Medio aplauso (para cada uno) y un beso (para cada niña). Bienvenidos a los dos. Espero que a partir de ahora sea todo un clásico leeros.

José Mª dijo...

Bueno... cómo se nota essa "baba" cayendo de regusto: ¿ Por cierto?
Mucho gusto en el soneto, ritmo cierto y un trabajo admirable. El encajonamiento del soneto, hace difícil su construcción.
Bienvenido , camarada !