lunes, 18 de enero de 2010

HABÍA MUCHA GENTE QUE ME CONOCÍA...

Había mucha gente en aquel tiempo
que no me conocía,
y escucharon la versión del ajeno.

Hubo, hace mucho tiempo, gente
que no me conocía
y se desparramaba con lenguas de labio.

Mientras perseguía a los viejos centauros
de la flor de pasión,
me escondí suavemente en la línea paralela,
reflejé la vieja historia
de allá lejos.

Y me devolvieron ciertas cartas de amor,
imágenes invisibles de caras sin reflejo,
una auténtica pasión de caramelo,
una vieja canción que fue éxito
en el cielo desierto del viejo blues.

Dulces labios decían " I need you";
se lamentaban de su tierna incapacidad,
aumentaban mi deseo de ser distinto,
indiferente a los demás,
distinto a los arreglos de producción.

Y no caí en la desazón porque recordaba
a los que no habían caído en la batalla,
a los que iluminaron sus días sin sufrir
a la mitad del daño del desatino sin reflejo.

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