martes, 8 de febrero de 2011

A Emilio

Un tipo que pierde el pelo poco a poco
me llama desde Las Barbados y me dice:
"es increíble este mar tan extenso,
y mucho más cuando se hace turquesa
y atraviesa nuestros tuétanos indiferente".

Y continúa navegando a Trinidad y Tobago,
y permanece mudo.

Debe ser como la sequedad de la boca
el trasiego de los mares,
una ingenuidad soñar con describir
el sueño de tamaña singladura.

Mas eso no me impide viajar con engaño
a costas más cercanas,
y, patrón de barco, fumar en pipa;.
dejar que el humo atraviese la popa
cual inútil saeta sin herida.

Y ,ya siendo capitán de barco,
derramar el deseo de llorar
en la playa más cercana.
Eso sí...
con la posibilidad de avisar
a los barcos que se acercan a la amenazadora escollera.

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