jueves, 27 de enero de 2011

Ahora...

Ahora que me adjudican imágenes negras,
que me dejan solo en mi defensa,
a ver si logro despejarme
del sol, de las falsas imágenes.

Los sonidos de la guitarra
me suenan a antiguos alientos del sol,
noctámbulos andando en la noche.

Ya sé que nos perseguían antiguos espectros,
y nunca dijimos nada desacompasado;
inclinamos nuestras cabezas viendo al sol
que desaparecía poéticante entre tus piernas.

Y no dijimos nada.
Todo era el mundo de los paparazzi:
era de cartón-piedra.

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