jueves, 11 de octubre de 2012

Visitas de cumplido

Las visitas de agradecimiento son lejanas ideas de los súbditos,
son duras casi siempre por su falta de pudor, de amor cierto
que imagine que sentir era lo más bello, lo tangible.

Y si no acuden casi nunca, sueñas con tiempos lejanos,
despechas a los ausentes, a la insuficiencia del que ignora
el verdadero amor, las huellas exactas de los dedos,
la imagen del que, alocado por el alcohol, asiente al gesto.

Y, en alta mar. compensas esa insuficiencia que es bella,
determinas con seguridad las ilusiones, los defectos
que han ocupado tu terca vida repetidas veces,
que hicieron de ti un ser innombrable para el vulgo.

Y despiertas entre gente extraña que sabe de tu vida,
que no se emociona con un ligero gesto de la voz,
que interpreta algo distinto a lo dichoso que tú eres,
mientras se sirve una copa ingrata y desinteresada.


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