LAS DOS MITADES ( LA ESTACÁ)

Álamos blancos, pendientes suaves hartas

de felicidad…

Hombres y mujeres subiendo cuestas

Imposibles por  sus mentes jóvenes

Y un regusto de ser objeto bajo los árboles…

Así es la distancia que hay entre el cielo

Y  la efusión emocional mentirosa

De los gestos solidarios y ecuánimes.

Casi todo se convierte en viandas

Muy certeras  y , relativamente, gustosas

De ideales…

Por el contrario, la senectud es ácida,

Almíbar desconocido e inútil por su propio origen,

Y  así nos dejamos llevar por la misma naturaleza

Que nos convierte indefinidamente  en seres frágiles.