ANTES DE QUE LLEGUE LA NAVIDAD
Asemejo en estos tiempos a una vieja tortuga acaudalada
Poniendo huevos en una playa sin fin donde los hombres son
neutros,
Una estupenda desidia odiada por la gente de a pie
Que come junto a los desechos de los otros hombres
brillantes.
Parezco una osadía, unas veces por indolencia,
otras por la soberbia de los jóvenes atrevidos de día,
porque la noche es la dueña de los gritos y quehaceres
cotidianos
que enorgullece a la madre más cauta, más sencilla.
Y nos vamos fusionando con el entorno obligado de lo
necesario,
Que no es otro asunto que lo que quiero hacer, lo innecesario
De los momentos habituales e inevitablemente insoslayables
Porque la situación así lo ha marcado en este momento.
Pero, las garras del arte te agarran por la debilidad y lo
inocuo
Y te comportas como un ser sociable e indiferente,
Una persona poco
locuaz y admirablemente dejada
Frente a este mundo tan impresionante, tan asequible.
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