sábado, 18 de diciembre de 2010

Se trata-dicen- del alma

No he podido aún dar los veintiún gramos
de desidia,de desamor, de elocuencia...

Sí, aunque parezca imposible,
no he podido otorgar a Las Gorgonas
su beneplácito...

No quiero que disfruten de mis tuétanos
tan pronto;
tan pronto no quiero otorgar,
ni siquiera prestar.

Ahora todo se me hace intransitivo,
inorgánico, estúpidamente feo;
pero muy sensible, sí.

Y no desfallezco,
porque resultaría inútil a mis deseos.
No me alumbro porque soy tan pobre,
tan pobre de solemnidad inmensa.

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