miércoles, 26 de enero de 2011

Ambición.

Sí, esa es la palabra. Hay que ser ambicioso,
querer llegar lejos, porque querer es poder.
Tampoco hay que pasarse, ya se dice que en el
centro está la virtud. Ni mucho, ni poco, pero a veces
te quedas en el intento. Casi pero no del todo.
Te llevas una gran decepción y decaes,
ese es el fallo. De los errores se aprende y nunca es
tarde cuando se trata de aprender.
Y a veces, cuando crees que todo es perfecto ¡zás!
Algo cambia las tornas, y vuelves a caer. Es como una
cadena que siempre se repite volviendo a empezar
una y otra vez, de arriba a abajo, de izquierda a derecha.
Pero no aprendes, vuelves a caer en la tentación. Pero,
¿sabéis cual es la mejor forma de librarse de la
tentación? Caer en ella.

2 comentarios:

BIBLIORIOS dijo...

Querida Elena, me encanta que hayas sido tú la que inicias esta tanda de colaboraciones de nuestros alumnos.
Bienvenida y enhorabuena por tus creaciones.

José Mª dijo...

Sí, yo también doy la bienvenida a las palabras que intentan decir mucho más allá de lo habitual.
Lo distinto a lo demás nos identifica.

Gracias por acompañar a un viejo enlazador de palabras.