sábado, 7 de julio de 2012

Toque a degüello

¿Dormiré alguna vez junto a las gafas del sol
que desprecia a la luz en las arenas del oeste,
 música que toca, insidiosamente, a degüello,
a resquemor de ser el más osado y valiente?.

¿ O acabaré muerto en las ataduras de las caballerías
que gentiles admiten su amarre sin sentir el más allá
cuando su sudor es frío y húmedo cual cabeza de vaquero?

El sonido de la trompeta mejicana apacigua
los verdaderos quejidos de las espuelas,
los más viejos odios entre hombres recios
que se ajustician con el tosco y viejo revólver.

Y la mata ojigastra que el viento mueve y desliza
por entre las calles solitarias y resecas
descubre a algo parecido a un sonido del oeste,
algo parecido al alma de los vagabundos serios. 

No hay comentarios: