domingo, 12 de octubre de 2008

¡Que salten, que sigan saltanto! 2

Ayer, mientras leía este poema a un amigo me di cuenta de que no se enteraba muy bien de lo que yo intentaba transmitir. Supongo que la mayoría de las veces uno escribe sin considerar al lector , lo que provoca una gran impotencia y decepción con uno mismo cuando tienes un resultado de este tipo. Y no es que el escritor tenga que tener en cuenta al lector (algo que resulta paradójico, porque escribe para él aunque no en exclusividad), ya que sería imposible contentar a todo el mundo que pueda acceder a él. Es por eso que he decidido explicarlo (un poco). En este poema yo estoy esperando que venga la inspiración que me lleve al poema en sí, y especulo con la posibilidad de que las palabras sean acertadas, porque a veces no eres capaz de encontrarlas, y el poema queda un poco "crudo" y después abandonado.Una vez que le expliqué lo que quería decir, lo volvió a leer -ya condicionado por mi explicación- pero ¿es acaso bueno explicar un poema?¿no es mejor repetir su lectura hasta llegar a una conclusión propia?¿existe realmente una fórmula para interpretarlos?¿tienen que tener una explicación?...en fin, como se suele decir: " la poesía está en el aire", pero ¿quién puede atraparla? y una vez en tus manos ¿quién será capaz de interpretarla o escribirla adecuadamente? ¿importa eso en realidad?. Lo que sí es cierto es que a veces saltan -y por eso el título del poema- y no puedes con ellos, tienes que unirte a su salto; simplemente. (Aunque he de decir que yo lo veo muy claro...)

2 comentarios:

BIBLIORIOS dijo...

Una cosa es que se puedan hacer múltiples interpretaciones y otra que el poema pueda interpretarse de cualquier forma. Eso no es propio de la poesía escrita convencional, es propio de la impericia. Cuando se lee, uno quiere leer cosas que merezcan la pena, y las cosas que merecen la pena están terminadas, no a medias, porque para cosas a medias, ya hay formas específicas. Si uno quiere ver un partido, va al estadio y ve el espectáculo (terminado aunque con interpretaciones diferentes), si quiere interactuar juega real o virtualmente. Esta es una de las razones por la que la literatura interactiva no ha tenido tanto éxito como se creía. El que lee, suele querer leer un "espectáculo" terminado. Si quisiera interactuar haría otra cosa, no una lectura (de lo que solemos entender por lectura).
Por otra parte, ser desconsiderado con el lector no quiere decir que no se piense en él al escribir. Cierta poesía pretende ser críptica a propósito, es desconsiderada, pero piensa en el lector.
Comento esto apresuradamente por dar mi opinión sobre esta situación en general, no porque crea que sea aplicable a tu caso, o particularmente al que comentas.

Anónimo dijo...

Bueno, creo que todo el mundo busca "el espectáculo" en
lectura, pero hay quién es imncapaz de calibrar si está acabado o no, si es bueno o no etc.. creo que el lector se rige por instintos muy primarios- le gusta o no le gusta- y un escritor pretende tener algo más que ofrecer que el simple hecho de agradar- que también- sobre todo en textos poéticos, por eso la impotencia y la decepción de tener que llevarlos hasta tu propuesta y que no sean ellos quien determinen su interpretación, que simplemente se cuadren ante un texto y esperen la opción fácil de que les sea explicado. Y yo me hago esas preguntas cuando me sucde una situación de este tipo.
Lo de los poemas crudos es el temor que tenemos- al menos yo- de que resulten así a los demás, pero cuando yo expongo un poema lo considero acabado. Un poema solo es una invitación.