jueves, 10 de julio de 2008

LOS CALLEJONES DE LA FACULTAD

( Dedicado a mi gran compañero Miguel Calvillo)


Frente a los frontones de Florencia
faunos asomaban bocas sugerentes
que te hacían olvidar las calles de Córdoba
inimaginables.

El ánimo de los tristes nos acercaba a DISCO TRES
viendo a los dolchegabana de su tiempo
tipos de labios ardientes y féminas de dulces zapatos
que despedían a los mismos tristes a la acera.

Subir adonde los ciclistas
no había pedal que soportara el dolor

Bajamos a los llanos fértiles del aeropuerto
y no había nada, una imagen, una desidia del respeto
a los muertos que aún no habían nacido del alma
de los muertos que vivían en lo acádemico.

Y así nos hicimos licenciados del ayer
aquellos que abandonarían
al más mínimo indicio de soberbia

Nos volvimos imágenes de lo cierto
de las más tremenda mansedumbre.

2 comentarios:

Miguel Calvillo dijo...

Gracias por la dedicatoria. ¡Dios mío, Disco Tres existió, es cierto!
...y eso de la mansedumbre suena a vejez.

José Mª dijo...

Queridísimo amigo, ¿ Por qué podría cambiar mansedumbre? Por acatamiento- demasiado jurídico.¿ Por sumisión? Demasiado servil. Por paz?- Demasiado imbuída en la política.
¿ Por esperanza? Demasiado falsa.
Por nada. Entonces?