Durante dos horas en el viejo espigón
estuve observando a un marinero rugoso
disparando su flecha al mar.
Había veces en que aparecían sirenas mayores,
otras veces, antiguos peces,con ojos retorcidos,
suspiraban clemencia:
casi todos ellos eran jóvenes
que se servían de los despojos del mar...
El viejo tomó su camino de regreso
con su cara enrojecida y su pulpera,
haciendo inútiles esfuerzos al infierno,
invocando a los dulces vientos de poniente,
imaginándose un mundo sin aires contrarios,
a un solidario Neptuno, también viejo,
que le haga recordar sus pasos de la infancia
el odio y el amor que las olas olvidaron.
IES FRANCISCO DE LOS RÍOS EN EL YOUNG BUSINESS TALENT
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El departamento de Economía de nuestro centro es entrevistado para contar
su experiencia en el concurso nacional * Young Business Talent. *Intervienen
el ...
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