invierte la luz, inserta en las almas
deseos ajenos,busca bellas damas
que siembren en su pecho un reproche;
inventa una osadía de ánimos infundidos
una espera que deshaga lo luminoso,
un deseo de acabar hechos nunca oídos
en los inabarcables besos amorosos.
Buscar lo erótico es deseo ajeno,
desearlo convierte esa luz tibia
en imágenes que reflejan apenas
la rotura de un hueso, el sabor del heno
acompañando al amigo, con desidia
dejar al lado añoranzas, antiguas penas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario